Jesús rechazó las normas culturales para abrazar a las personas que la sociedad había marginado. Entre esas personas estaban los pobres.
La Biblia está llena de versículos que explican como el corazón de Dios, es para los pobres, a los que más ama y para quienes siempre tiene dispuesta su ayuda.
ORACIÓN
Jesús Pobre te queremos,
porque eres nuestra alegría,
pobre naciste de María,
en el portal de Belén.
Cristo Pobre, Dios de Amor,
fuente de gracia y dulzura,
por tu congoja y dolor,
haz se convierta Señor,
mi pena en dicha y Ventura.
porque eres nuestra alegría,
pobre naciste de María,
en el portal de Belén.
Cristo Pobre, Dios de Amor,
fuente de gracia y dulzura,
por tu congoja y dolor,
haz se convierta Señor,
mi pena en dicha y Ventura.
Inclina tu oído, Señor; escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;
Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
En este momento desesperado,
Tu Jesús Pobre, que conoces mi pena,
mis necesidades y mi desesperación
atiende mi petición y ayúdame a salir
de las dificultades en que me encuentro.
(Hacer la petición)
Tu mejor que nadie,
Tu, que con tanto fervor
atendiste a los necesitados,
atiende mi ruego,
dale un respiro a mi afligido corazón
y haz mas leves mis penas.
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»
Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.
Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
atiende mi petición y ayúdame a salir
de las dificultades en que me encuentro.
(Hacer la petición)
Tu mejor que nadie,
Tu, que con tanto fervor
atendiste a los necesitados,
atiende mi ruego,
dale un respiro a mi afligido corazón
y haz mas leves mis penas.
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»
Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Dios mío;
daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.
Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén
En Lucas 6, Jesús dice: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios". Promete que los pobres heredarán algo mucho más grande que cualquiera de las riquezas de este mundo. Continúa diciendo que los que sufren ahora no sufrirán en el reino (Lucas 6: 21-22).
Este es un mensaje que Jesús comunica nuevamente en su parábola sobre Lázaro y el hombre rico (Lucas 16: 19–31). En esta parábola él cuenta la historia de un hombre rico que pasa por un hombre pobre y enfermo a las puertas de la ciudad. Cuando los dos mueren, Lázaro se encuentra atormentado mientras el mendigo está al lado de Abraham. El hombre rico le pide misericordia a Abraham, y Abraham responde:
"Hijo, recuerda que en tu vida recibiste tus cosas buenas, mientras que Lázaro recibió cosas malas, pero ahora él es consolado aquí y tú estás en agonía". (Lucas 16:25, NVI)
Jesús indica que los valores del mundo serán invertidos en su reino.
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