domingo, 7 de abril de 2019

SANTA ELENA, ORACIÓN DE LOS TRES CLAVOS PARA DESESPERAR Y ATRAER A LA PERSONA AMADA



Gloriosa Santa Elena,
Gloriosa Santa Elena,
Gloriosa Santa Elena:

A Jerusalén fuiste, tres clavos trajiste,
el primero lo consagraste,
y el martes a la mar lo echaste;
el segundo se lo diste a tu hermano Cipriano,
para que en batalla venciera de antemano. 

Y el que todavía se encuentra en tu bendita palma,
te lo pido prestado y no regalado,
para clavarlo en el alma de:

(decir el nombre de la persona
que deseas desesperar)
para que no me olvide,
para hundírselo en su frente
para que me tenga siempre presente,
para enterrárselo en el corazón.
 


San Caralampio, atráelo hacia mí.
Santa Elena, el clavo que te pido
es para clavárselo en su mente,
para que en mí piense siempre.

Que venga a mi, te suplico Santa Elena,
que ni en cama se pueda acostar,
ni con mujer alguna conversar,
que como un perro rabioso me vuelva a buscar.

Santo Varón, te lo pido
para que nunca me olvide por otra mujer.
Jesús Nazareno, atráelo hacia mí.

Santa Bárbara, que ______ nunca me olvide. 

San Antonio, que ______ cumpla su promesa
o que lo devore el insomnio.

San Juan Bautista,
santo antes de haber nacido,
concédeme lo que te pido:
que ______ me cumpla por la Santa Camisa
que te pusieron de prisa.

San Miguel, párate en él. 

San Cipriano, escúchame cuando te llamo.

Santa Elena, mueve su corazón
con tu varita de pena.

Santa Elena, traélo a mí,
líbrame de esta condena.

Así sea.

Rezar 5 Padres Nuestros y 5 Aves Marías.

 Santa Helena: El gozo de encontrar la verdadera cruz:

Según la leyenda, Helena Augustas, madre de Constantino, a la edad de 80 años viajó a Tierra Santa y encontró la Cruz verdadera, la cruz sobre la cual Cristo fue crucificado.

La visita se llevó a cabo alrededor del año 325, cuando Constantino inició la construcción de la Iglesia del Santo Sepulcro e informó al obispo que no escatimó gastos. Este martyrium encierra lo que se cree que es el sitio de la tumba de Cristo, así como el Gólgota.

Helena visitó la Tierra Santa como representante del emperador y para ver los lugares donde Cristo había vivido y muerto. Se interesó en localizar la Cruz verdadera. Hay varias versiones sobre cómo se encuentra la cruz. En unas, Helena tuvo sueños que le dicen dónde está enterrada la cruz. En otra tradición, la tradición copta etíope que todavía se celebra como Mesquel, sigue el humo de una hoguera al sitio.

Sin embargo, la versión que recibe más credibilidad y se hizo popular en la Edad Media, es la dice que le pidió a la gente de Jerusalén que le dijeran la ubicación. Cuando los líderes judíos de la ciudad estaban en silencio, ella colocó a uno de ellos, un hombre llamado Judas, en un pozo hasta que él aceptó mostrarle el sitio. Después de siete días, oró a Dios para que la guiara y le revelara la ubicación. Después, Judas se convirtió al cristianismo y tomó el nombre de Kyriakis , "el que pertenece al Señor".
 
Helena encuentra las tres cruces, clavos y títulos debajo de un templo pagano. Para determinar cuál es la cruz correcta, una niña muerta es llevada al sitio. Al ser tocada por la Verdadera Cruz, es restaurada a la vida.


Helena se hace santa por su papel en la búsqueda de la cruz. Ella también fue un modelo a seguir aún siendo una emperatriz por sus muchos actos de caridad.
 
Parte del viaje fue para promover la buena voluntad de su hijo, especialmente después de ejecutar a su esposa y su hijo favorito, y también para reparar los males infligidos a los cristianos por el anterior emperador, Licinio, a quien Constantino había derrotado y asesinado recientemente.

Una parte de la cruz permaneció en Jerusalén, donde fue exhibida durante algunos Días Santos. El resto se dividió entre Roma y Constantinopla. La parte que se envía a Roma, se ocultó y luego se volvió a encontrar en el siglo XVI.



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