Poderosa Señora, mi Niña Blanca,
a tu brazo todopoderoso invoco,
porque aquí vengo, ante ti,
porque aquí vengo, ante ti,
con la fe de mi alma cristiana
a buscar consuelo en una situación
muy difícil de alguien a quien quiero.
Su agonía es la mía...
¡No me desampares!
Que las puertas que quieras abrir en mi camino
sean abiertas por tu brazo todopoderoso
Santísima Señora.
Que las cierres para resolver
esa tranquilidad que tanto ansío.
a buscar consuelo en una situación
muy difícil de alguien a quien quiero.
Su agonía es la mía...
¡No me desampares!
Que las puertas que quieras abrir en mi camino
sean abiertas por tu brazo todopoderoso
Santísima Señora.
Que las cierres para resolver
esa tranquilidad que tanto ansío.
Aquí ante tu imagen,
a tus plantas,
dejo la necesidad de mi suplica,
la que hace un corazón
afligido por el destino,
que se siente vencido ya a toda lucha
y que no puede combatir.
Si tu brazo todopoderoso,
Santísima Señora, no la detiene,
sucumbirá por falta de fuerza
de la razón humana.
Brazo todopoderoso de la Santa Muerte,
asísteme, ampara a quien quiero
y entrégame la solución
de todos sus problemas.
Santísima Señora, no la detiene,
sucumbirá por falta de fuerza
de la razón humana.
Brazo todopoderoso de la Santa Muerte,
asísteme, ampara a quien quiero
y entrégame la solución
de todos sus problemas.
(Se rezan tres Padre Nuestro)
Debes rezar esta oración todos los días
hasta que la persona necesitada
salga de sus problemas.
hasta que la persona necesitada
salga de sus problemas.
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